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Crónica Seminario de Eitan Gomberoff – octubre 2014

En contacto con nuestras sombras… una experiencia inspiracional

Como parte de sus actividades académicas al público en general, Inter-Cambio organizó un espacio de supervisión con Eitan Gomberoff, miembro titular de Apdeba y de la IPA, que tuvo como propuesta pensar un caso clínico a partir de las ideas de interpretación rutinaria e interpretación inspirada de Donald Meltzer. El caso fue un «material inspirador» para pensar acerca de la práctica clínica hoy y de los riesgos que enfrenta el psicoanálisis si no salimos al encuentro de otros saberes como la mitología, el arte, la filosofía y las matemáticas.  La interpretación inspirada del analista surge de su atención libre flotante y de su conexión profunda con el inconsciente del paciente. Se manifiesta a manera de imágenes mentales muy potentes que “aparentemente” no guardan relación con el relato explícito del paciente pero que al ser verbalizadas adquieren pleno sentido. Tarea ardua y ¿utópica? que Gomberoff practica en su trabajo clínico pero que confiesa haber tenido “éxito” en contadas oportunidades. Este tipo de intervenciones “poéticas” surgen primero en la mente del analista como recuerdos de percepciones pictóricas, literarias o musicales que al ser puestas en palabras deberían promover el surgimiento de algo nuevo en sesión; deberían facilitar el contacto con “las sombras” de uno mismo. Elementos indispensables, según Meltzer, para hablar de crecimiento mental en la experiencia analítica. Pero ¿cómo distinguir una interpretación inspirada que favorece el insight de un psicoanálisis “silvestre”, es decir, idiosincrático? ¿cómo no bordear la imposición violenta y arriesgarse a convertir el análisis en una experiencia traumática?  Estas preguntas me llevan a retomar un tema que también se discutió en el seminario y que tiene que ver con el concepto de verdad.  Temática central en la teoría de Meltzer.   La verdad como entidad única, nos dijo Eitan con su entusiasmo particular, no existe como tal. La única verdad posible serían los intentos desesperados que hacemos por buscar un supuesto saber. La verdad sería algo así como los avatares que nos llevan hacia un lugar… ¿desconocido? pues lo único verdadero es la búsqueda permanente; los caminos que vamos trazando en el gran mapa. Búsqueda imposible sin una cuota de “deslealtad” y “traición”, ingredientes que Darío Sor, otro de los autores referentes de Eitan, propone implementar como parte del trabajo psíquico en sesión. Pareciera entonces que el crecimiento mental nace de una valentía; de la valentía para lanzarse a “destituir” aquellos saberes que nos garantizan la comodidad mental. Además, Eitan subrayó (a propósito de

un libro de Giorgio Agamben titulado Las Profanaciones) la necesidad de “profanar” nuestras propias teorías acerca de la mente y de la psicopatología para asegurar procesos psicoterapéuticos creativos y valiosos. Libres de toda noción de rutina. En Resonance and Sufferings, Fernando Urribarri se pregunta cómo es que trabaja la mente del psicoanalista contemporáneo. Analiza los últimos 30 años de la historia del psicoanálisis y concluye, entre otras cosas, que las principales transformaciones han ocurrido en el campo de la técnica, específicamente en el rol de la contra-transferencia. Esto nos da pie para pensar que la propuesta sobre interpretación inspirada (1973) que Donald Meltzer desarrolla en su libro Sinceridad y otros trabajos ¿sería uno de los trabajos pioneros en la línea de las nuevas corrientes que entienden la experiencia psicoanalítica como un espacio de permanente creación colectiva?   Me hubiera gustado que Eitan profundice en el material clínico que se presentó a la luz de estas ideas tan innovadoras. Más que una supervisión, en el sentido más conservador del término, esta fue una clase genial que nos inspiró para seguir buscando y afinando nuestra propia identidad como psicoterapeutas.

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