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Freud y su visión de la homosexualidad

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La semana pasada el diario Huffington Post publicó una carta de respuesta que Sigmund Freud escribió el 9 de abril de 1935 a una madre preocupada por su hijo homosexual. Esta carta, escrita hace 80 años, vuelve a ser difundida por los medios de comunicación dada su importancia y su actualidad en estos tiempos de intolerancia y dificultad con las diferencias. La respuesta de Freud refleja una opinión absolutamente desprejuiciada hacia la homosexualidad que vale la pena volver a leer cuando en nuestro país aún no se aprueba la ley de Unión Civil.

Sabemos que en Tres ensayos (1905), Freud calificó la homosexualidad como una inversión y no como una perversión. Es decir, Freud supo deslindar el amor homosexual de la enfermedad mental. De hecho, en una nota agregada de 1915 en ese mismo texto, Freud dice: “la investigación psicoanalítica se opone terminantemente a la tentativa de separar a los homosexuales como una especie particular de seres humanos” (p. 132, Editorial Amorrortu).

Es interesante recordar que esta carta fue escrita 3 años antes de la muerte de Freud. En aquella época, el Padre del psicoanálisis ya había escrito la mayor parte de su obra metapsicológica pero habían ciertos temas como la guerra, la pulsión de muerte, la cultura y la religión que ocupaban un nuevo lugar en su mente. Se sabe, por ejemplo, que Freud tardíamente se interesó por el mundo de lo femenino y sólo en el análisis con Marie Bonaparte pudo preguntarse acerca de la cualidad femenina inherente a la mujer. Esta nueva faceta en su pensamiento coincide con el momento en que Freud escribe esta misiva, que además de ser totalmente vigente, es sumamente cálida y clara. Aquí su reproducción traducida al castellano:

 

9 de abril de 1935

PROF. DR. FREUD

Estimada Sra. [Borrado],

Entiendo por su carta que su hijo es homosexual. Estoy impresionado sobre todo por el hecho de que usted no menciona este término en su información sobre él. ¿Puedo preguntarle por qué lo evita? La homosexualidad ciertamente no es una ventaja, pero no es nada de qué avergonzarse, no es un vicio, no es degradación; no puede ser clasificada como enfermedad; la consideramos una variación de la función sexual, producida por cierto freno en el desarrollo sexual. Muchos individuos altamente respetables de tiempos antiguos y modernos han sido homosexuales, incluyendo muchos de los hombres más grandes (Platón, Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci, etc.). Es una tremenda injusticia el perseguir la homosexualidad como un crimen. Y una crueldad también. Si no me cree, lea los libros de Havelock Ellis.

Al preguntarme si puedo ayudarle, usted se refiere, supongo, a que si puedo suprimir la homosexualidad y hacer que la heterosexualidad normal tome su lugar. La respuesta es, de modo general, que no podemos prometer lograrlo. En cierto número de casos logramos desarrollar los gérmenes malogrados de las tendencias homosexuales, que están presentes en cada homosexual; en la mayoría de casos ya no es posible. Es cuestión de las cualidades y la edad del individuo. El resultado del tratamiento no puede predecirse.

Qué análisis puedo hacer por su hijo es una línea diferente. Si él es infeliz, neurótico, agobiado por conflictos, inhibido en su vida social, el análisis puede traerle armonía, paz mental, eficiencia total, ya sea que siga siendo homosexual o cambie. Si usted decide que él debe hacer su análisis conmigo (no espero que así lo decida), él debe venir a Viena. No tengo intenciones de dejar este lugar. Sin embargo, no omita hacerme llegar su respuesta.

Sinceramente suyo con mis mejores deseos,

Freud

P.s. No me pareció difícil entender su letra. Espero que usted no encuentre más difícil entender mi inglés.

Puede consultarse la carta en inglés original publicada por el Huffington Post en:  http://www.huffingtonpost.com/2015/02/18/sigmund-freud-gay-cure-letter_n_6706006.html

 

Jennifer Levy

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